Siempre que pido una Coca Cola y me ofrecen una Pepsi recuerdo esta película: Increíble pero falso (The Invention of Lying). No es una obra maestra del cine, pero plantea una realidad muy interesante: una sociedad donde siempre se dice la verdad.
Las secuencias más cómicas se dan en distintas situaciones cotidianas, donde decir la verdad resulta precipitado, embarazoso o incómodo: en una primera cita, en un despido, en la muerte de un familiar… La invención de la primera mentira por parte del protagonista lo cambia todo, y no quiero «spoilear» más, tenéis que verla!!! ;-)) En esta película resulta muy impactante el planteamiento de la publicidad que se muestra en ella. Os dejo los dos extractos donde el director nos muestra dos anuncios (en TV y exterior) de los dos eternos rivales de las bebidas refrescantes.
Son dos anuncios muy extremos y llamativos que nos muestran una publicidad «en crudo», sin el «ingrediente secreto» que tienen esos anuncios que no nos podemos quitar de la cabeza por su música, por sus personajes, por su mensaje… y que nos ayudan a reconocer y valorar una marca. Seguro que recuerdas los últimos anuncios de Campofrío…
Los buenos anuncios son pequeñas piezas de arte que nos simplifican la decisión de compra, una decisión cada vez más difícil de tomar. En el caso de la televisión, encapsulan en pocos segundos una historia que nos muestra la esencia de un producto o servicio.
En el caso de los anuncios en vídeos para medios digitales, por ejemplo para YouTube, el creativo dispone de sólo 5 segundos para atrapar al espectador con su relato, antes de que el apresurado usuario pinche a «saltar el anuncio». Aquí la creatividad se pone a prueba en cada impacto, con la ventaja de que podemos medir la eficacia de dicha creatividad, lo que nos permite aprender y mejorar nuestra técnica.
Hasta el siguiente post… :-))